Realmente son muchos los motivos por los que podemos sufrir tensiones y dolores musculares, que no sólo por sobrecarga de actividad físico deportiva.
Más bien esas tensiones vienen por SOMATIZACIÓN de emociones. Aunque a la mayoría de las personas no nos guste oír esto, nuestras tensiones y sobrecargas musculares tienen más que ver con nuestras emociones. Una lesión, como ya he comentado en algún post anterior, se produce por una falta de salud reiterada en esa área del cuerpo, y por eso es tan importante ESCUCHAR TU CUERPO en todo momento. Cualquier incomodidad, analízala, hay temas que resolver detrás.
La manera en la que percibimos y vivimos las situaciones, y las emociones que se suscitan, son sólo RESPONSABILIDAD nuestra. Nadie nos hace sentir de una determinada manera, sino que es uno mismo quien se siente así por sus propios esquemas mentales. Por eso, elegir cambiar tus propias percepciones y cuestionarte tus creencias es la clave para la sanación física y mental. AUTOCONOCIMIENTO y HONESTIDAD con uno mismo.
Es duro abrir la caja de PANDORA, pero es cierto que si no se hace, vamos acumulando «basura» y lo que es peor, repitiendo las mismas historias una y otra vez, pensando: «qué mala suerte!», o «siempre me pasa lo mismo!», o «por qué me tratan tan mal», y un largo etcétera.
Es cierto que hay personas que no quieren ni por un segundo auto indagarse y prefieren vivir «como siempre», poniendo parches a sus problemas, con barreras y miedo hacia el AMOR, prefiriendo culpar al «otro» o a la vida, con dureza y exigencia (hacia ellos y los demás). Pues van a seguir con emociones enquistadas, con ira reprimida, y por tanto, con su problema físico (tensiones -> contracturas -> lesiones -> enfermedades).
¿Vale la pena? Bueno, personalmente lo dudo mucho, pero cada uno es libre de vivir su vida como quiera, es igual de respetable, por supuesto.
En mi caso durante este último año estoy atravesando una situación bastante intensa de DESARROLLO PERSONAL, y os puedo decir de primera mano que las tensiones musculares «crónicas» (básicamente contracturas antiguas) se van liberando a medida que liberas esas emociones guardadas en la cajita.
Aquí os dejo un link bastante interesante sobre este tema:
http://www.esencialnatura.com/info-el-tejido-fascial-y-las-emociones/
Las emociones que «guardamos» o reprimimos sólo nosotros mismos pensamos que son malas, por eso las guardamos. Se trata de la «SOMBRA» de la que tanto se habla. Y en este estadio la ENERGÍA CORPORAL se estanca. Un ejemplo bastante claro: un NIÑO siempre expresa, da amor (incondicional), está eufórico y a los 5 minutos llora, ríe, se enfada, en definitiva, se muestra tal cual es en ese mismo momento, VIVE EN EL PRESENTE.
Los ADULTOS no solemos hacer eso, siempre escondemos «cosas». Y el que realmente lo hace, el que se muestra tal cual es, parece que está «loco», cuando en realidad es un signo de completa SANACIÓN.
Decir lo que piensas desde el respeto, decir no cuando no quieres, mirar primero por tus necesidades antes que por las de los demás, expresar tu AMOR y AFECTO, tu opinión, mostrar tus VIRTUDES y DEFECTOS, etc, es de una persona SANA. Si escondo, no me muestro, y si no me muestro, no soy YO, por tanto me engaño y engaño al otro, me reprimo y eso se somatiza físicamente. Y si alguien te quiere moldear a su gusto, para que te acomodes a su vida y entorno, y te exige (consciente o inconscientemente) que cumplas sus expectativas, ni te quiere ni se quiere él/ella mismo/a. AMOR Y EGO SON INCOMPATIBLES.
Salir de la zona de confort no quiere decir cambiar de casa, de pareja, de look, de trabajo, etc, porque todo esto es EXTERNO. Salir de la zona de confort es cuestionarse creencias, es cambiar de visión ante situaciones de la vida, es mostrarse tal cual se es y se está en ese momento, es valorarse y valorar la vida y los que te rodean, es indagar en tu INTERIOR. Y es aquí, verdaderamente, cuando empiezan a haber cambios positivos, y dejas de esforzarte porque los demás te aprueben o te quieran, puesto que ya lo estás haciendo tú mismo/a.
Volviendo a parte puramente física en cuanto a las tensiones y dolores musculares, junto con el trabajo de auto indagación es muy recomendable utilizar un RODILLO MIOFASCIAL o masajeador. Desde hace un tiempo están presentes en muchísimas salas de fitness. Tienen propiedades masajeadoras, descontracturantes y por tanto de liberación de tensiones. Mejor aún si lo complementamos con sesiones periódicas de fisioterapia y osteopatía con un buen profesional.
En concreto, al trabajar sobre la musculatura PARAVERTEBRAL y tejido FASCIAL (que es donde se produce la formación de tensiones o corazas a lo largo de la vida), se percibe al momento la ligereza de peso y distensión de la espalda, que todo lo carga, tanto físico y emocional. Utiliza el rodillo después de la actividad física y tras los estiramientos, para relajar toda la musculatura.
TIP: para no tensionar la musculatura del cuello, prefiere reposar la cabeza sobre una superfície o apoyo (manos cruzadas detrás de la nuca, almohada, tarima bajita, «ladrillo» de yoga, etc).
Hay muchos tipos de rodillos miofasciales. Los hay con muchos relieves pero son mucho más duros y dolorosos para las zonas tensionadas. Al principio pues, prefiere los rodillos con bajo relieve, y cuando las zonas más superficiales estén liberadas, puedes utilizar uno con más relieves para trabajar las zonas más profundas. En este caso, asesórate con un entrenador personal para hacerlo con cautela, liberar las tensiones profundas puede producir un poco de mareo.